
El cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS, conocido como el “cometa del siglo”, se aproxima a su punto más cercano a la Tierra y será visible a simple vista a partir del 12 de octubre en el hemisferio norte. Este fenómeno astronómico ha capturado la atención tanto de científicos como de aficionados, quienes esperan poder observar el brillo y la espectacular cola de este cuerpo celeste, que se estima que podría ser una de las más largas registradas en tiempos recientes.
El cometa fue descubierto en 2023 por telescopios del Observatorio Tsuchinshan en China y el proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System). Desde entonces, ha recorrido un largo camino a través del sistema solar, cruzando el espacio interestelar y acercándose a nuestro planeta tras superar con éxito su paso cercano al Sol, conocido como perihelio, a finales de septiembre.
Un espectáculo astronómico único
El cometa C/2023 A3, compuesto de polvo y hielo, se ha convertido en uno de los eventos astronómicos más esperados del año debido a su deslumbrante brillo. Según el astrónomo Javier Licandro, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el cometa es actualmente más brillante que Mercurio, el planeta más cercano al Sol, y su cola tiene una longitud equivalente al diámetro de 42 lunas. “Es muy probable que el cometa esté más activo ahora que cuando fue visible en el hemisferio sur”, señaló Licandro.
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El 12 de octubre, el cometa estará a una distancia de 70 millones de kilómetros de la Tierra, aproximadamente la mitad de la distancia entre nuestro planeta y el Sol. Esto lo convertirá en uno de los cometas más cercanos y brillantes de los últimos años, con una magnitud estelar que podría superar la del cometa NEOWISE, que en 2020 alcanzó una magnitud de 0.5. La magnitud estelar es una medida utilizada para determinar el brillo de los objetos en el espacio, y cuanto más bajo sea el valor, más brillante será el objeto.
Un viajero milenario
Se estima que la última vez que el cometa Tsuchinshan-ATLAS pasó cerca del Sol fue hace unos 80,000 años, lo que significa que podría haber sido observado por los Neandertales, quienes aún habitaban la Tierra en aquella época. Debido a su trayectoria no periódica, el cometa es clasificado como un cometa de largo período, con un recorrido que lo lleva a volver a pasar cerca de la Tierra cada decenas de miles de años. Su origen se encuentra en la nube de Oort, una vasta región de cuerpos helados situada en los límites del campo gravitacional del sistema solar, de donde también proviene el famoso cometa Halley.
Comparaciones con cometas históricos
El cometa C/2023 A3 ya está siendo comparado con otros cometas memorables que dejaron su huella en la historia de la astronomía. Entre ellos se encuentran el cometa Hale-Bopp y el cometa Hyakutake, observados en la década de los 90. Estos cometas ofrecieron espectáculos celestes que quedaron grabados en la memoria de científicos y aficionados por la intensidad de su brillo y la magnitud de su cola. “El cometa Hale-Bopp llegó a tener una luminosidad negativa, y con los telescopios del Observatorio del Teide pudimos verlo incluso durante el día, a pesar del brillo del cielo diurno y el Sol”, recuerda Licandro.
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El astrónomo Josep Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio-CSIC, ha explicado que el cometa será visible desde la mayoría de los países del hemisferio norte. Para observarlo, se recomienda buscar un lugar con un horizonte despejado y alejado de las grandes ciudades, donde la contaminación lumínica sea mínima. “Es posible que se pueda ver en la tarde del 11 de octubre, pero a partir del 12 o 13 tendremos más margen para apreciarlo”, comentó Trigo. El mejor momento para observarlo será al atardecer, alrededor de las 20:00 horas, mirando hacia el oeste. Cada día, el cometa estará un poco más alto en el cielo después de la puesta del sol, lo que facilitará su observación.
Para quienes deseen apreciarlo en su máximo esplendor, no es necesario utilizar ningún tipo de protección ocular especial, pero se recomienda el uso de binoculares con una ampliación de 7×50 o 12×50 para obtener una mejor vista de su brillante cola. Áreas rurales con baja contaminación lumínica serán los lugares ideales para contemplar este fenómeno único en la vida.
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Este vagabundo celestial, como lo llaman algunos astrónomos, continuará su trayectoria hasta que, dentro de varios cientos de miles de años, vuelva a acercarse a nuestro planeta o cambie su curso debido a la influencia de otro cuerpo planetario. Hasta entonces, la oportunidad de verlo iluminará los cielos, ofreciendo un espectáculo que pocos podrán olvidar.