
En un movimiento que podría cambiar el panorama del fútbol europeo, el Barcelona y el Atlético de Madrid están en negociaciones avanzadas para jugar un partido de La Liga fuera de España, lo que ha generado preocupación entre los clubes de la Premier League, incluidos el Newcastle United y sus principales rivales.
De acuerdo con fuentes cercanas a La Liga, ambos clubes están considerando disputar su partido programado para el fin de semana del 22 de diciembre en el Hard Rock Stadium de Miami, Estados Unidos. Si se llega a un acuerdo, sería la primera vez que un partido de la liga doméstica española se celebre fuera del país, algo que ha generado una fuerte polémica y está sujeto a la aprobación de la FIFA, la UEFA y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
La posibilidad de trasladar un partido de La Liga a Miami no ha sido bien recibida por todos los sectores del fútbol, especialmente dentro de los organismos que rigen este deporte. Aunque Javier Tebas, presidente de La Liga, ha manifestado en varias ocasiones su interés por llevar partidos oficiales a mercados internacionales, esta propuesta debe enfrentar varios obstáculos regulatorios.
Durante años, la FIFA ha sido clara en su postura de que los partidos de liga deben jugarse dentro del territorio de la federación a la que pertenecen los equipos. En sus reglas, la FIFA establece que las competiciones oficiales de liga no pueden disputarse fuera de la jurisdicción territorial de la asociación miembro correspondiente. A pesar de esta regulación, La Liga espera que la salida del controvertido Luis Rubiales como presidente de la RFEF facilite un posible cambio en la postura del organismo español.
La motivación detrás de esta propuesta es principalmente económica. Barcelona, el club más endeudado del mundo, está buscando nuevas formas de generar ingresos mientras su estadio, el Camp Nou, se encuentra en proceso de renovación. Por su parte, el Atlético de Madrid ha logrado recientemente un acuerdo comercial histórico con Riyadh Air, una empresa propiedad del Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita, que ahora posee los derechos de nombre del estadio del Atlético.
La influencia del PIF en el fútbol europeo ha ido en aumento, especialmente a través de sus inversiones en clubes como el Newcastle United de la Premier League y su patrocinio en clubes como el Atlético de Madrid. Este patrocinio, y los acuerdos comerciales asociados, han permitido al Atlético acceder a importantes sumas de dinero, lo que refuerza su competitividad en La Liga y en Europa.
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Hasta el momento, la RFEF no ha emitido un pronunciamiento oficial respecto a la propuesta, aunque en el pasado se ha mostrado reticente a permitir que partidos de liga se jueguen fuera de España. Sin embargo, la situación interna de la federación ha cambiado tras la dimisión de Rubiales, lo que abre la puerta a una mayor flexibilidad en cuanto a la autorización de este tipo de eventos internacionales.
A pesar de que la RFEF podría suavizar su posición, la FIFA mantiene una firme oposición. El máximo organismo del fútbol mundial ya ha rechazado en varias ocasiones propuestas similares de otras ligas, incluida la MLS y la Premier League, argumentando que estas iniciativas socavan la integridad de las competiciones domésticas y afectan a los aficionados locales.
Si bien el traslado de un partido de liga sería un precedente en España, no es la primera vez que competiciones del país ibérico se celebran fuera de sus fronteras. La Supercopa de España ha sido disputada en cinco de las últimas seis temporadas fuera del país. Cuatro de estas ediciones se llevaron a cabo en Arabia Saudita, mientras que la edición de 2018 se celebró en Marruecos.
La disputa de la Supercopa en el extranjero ha sido vista por muchos como un experimento exitoso para captar nuevos aficionados y aumentar la visibilidad de La Liga en mercados clave, como el de Oriente Medio y el norte de África. Esto ha llevado a La Liga a explorar opciones más audaces, como la posibilidad de jugar partidos de liga en Estados Unidos, uno de los mercados futbolísticos de mayor crecimiento.
La posibilidad de que La Liga consiga el visto bueno para organizar un partido fuera de España ha generado preocupación entre otros clubes y ligas europeas, en particular la Premier League. La liga inglesa, que ha sido pionera en términos de comercialización global, tiene reglas estrictas sobre las transacciones comerciales de las partes asociadas, lo que limita la capacidad de los clubes para generar ingresos de manera similar a lo que busca hacer La Liga.
El Newcastle United, propiedad del PIF desde 2021, y otros clubes de la Premier League, se verían potencialmente en una posición comprometida si La Liga logra ejecutar este movimiento. El modelo de ingresos por patrocinio y la presión para maximizar los ingresos comerciales colocan a los clubes ingleses en una encrucijada entre respetar las reglas de la liga y buscar nuevas oportunidades financieras en el extranjero.
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En Inglaterra, la oposición a la celebración de partidos de liga fuera del país ha sido constante. Sin embargo, un formato alternativo más aceptado es el de la Premier League Summer Series, un torneo de pretemporada que se lleva a cabo en Estados Unidos y en el que varios clubes de la Premier compiten en un formato de liga reducido. Esta serie veraniega, que debutó en 2023, ha demostrado ser un éxito en términos de asistencia y visibilidad en el mercado norteamericano.
Por ahora, la propuesta de La Liga para llevar el partido entre Barcelona y Atlético de Madrid a Miami sigue en proceso de aprobación, pero ha dejado en evidencia los complejos desafíos comerciales y regulatorios que enfrenta el fútbol moderno. Mientras tanto, los organismos futbolísticos, clubes y aficionados permanecen a la espera de la decisión final, que podría sentar un precedente significativo en el deporte europeo.