24/09/2024 | 10h00 | Actualizado hace 2 horas
El Consejo de Europa ha emitido una advertencia sobre las políticas educativas en Cataluña, señalando que la obligatoriedad de impartir el 25% de las clases en castellano podría comprometer la protección y promoción del catalán como lengua cooficial. Esta advertencia surge en el marco de un debate que sigue vigente en España sobre los derechos lingüísticos y el equilibrio entre las lenguas cooficiales en las comunidades autónomas.
Contexto del conflicto
El conflicto se originó tras una serie de resoluciones judiciales en España que establecen que las escuelas catalanas deben impartir al menos un 25% de sus clases en castellano. Estas sentencias surgieron tras las reclamaciones de algunos padres, quienes argumentaban que el castellano estaba siendo desplazado en favor del catalán. Sin embargo, esta medida ha generado críticas por parte de quienes ven en ella una amenaza al modelo de inmersión lingüística que lleva vigente en Cataluña por décadas.
El sistema de inmersión lingüística en Cataluña fue diseñado para fomentar y proteger el uso del catalán en una sociedad donde el castellano tiene una predominancia notable en los medios de comunicación y la vida diaria. Los defensores de este modelo lo consideran fundamental para garantizar que el catalán siga siendo una lengua funcional en todos los ámbitos de la vida social y cultural.
Opinión del Consejo de Europa
El Consejo de Europa, a través de su Comité de Expertos en la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, expresó su preocupación por las consecuencias que podría tener la imposición del 25% de enseñanza en castellano. Según el organismo, esta medida podría alterar el equilibrio lingüístico en Cataluña y perjudicar la promoción del catalán, especialmente en aquellas áreas donde el uso del castellano ya es predominante.
En su informe, el Consejo subraya que cualquier política que reduzca el uso del catalán en el sistema educativo puede tener efectos negativos en la preservación de la lengua, la cual ya enfrenta dificultades debido a la influencia del castellano y el inglés. “El catalán es una lengua que necesita protección activa. Imponer cuotas rígidas para otra lengua oficial, aunque sea el castellano, podría tener un impacto grave en su supervivencia a largo plazo”, indica el informe.
Reacciones desde la Generalitat
Las respuestas del gobierno catalán no se han hecho esperar. El conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, reafirmó el compromiso de la Generalitat con el modelo de inmersión lingüística, calificando la medida del 25% de clases en castellano como “invasiva” y contraria a los intereses educativos y culturales de Cataluña.
“El sistema de inmersión ha sido un éxito, permitiendo que las nuevas generaciones hablen tanto catalán como castellano. Alterar este equilibrio por decisiones judiciales politizadas es un error grave”, afirmó Gonzàlez-Cambray durante una conferencia de prensa. Además, aseguró que el gobierno está explorando todas las opciones legales y diplomáticas para defender el modelo educativo y evitar que el castellano se imponga en las aulas más allá de lo necesario.
Apoyos al castellano
Por otro lado, varios sectores tanto en Cataluña como en el resto de España han apoyado la necesidad de incrementar la presencia del castellano en las escuelas catalanas. Asociaciones de padres y partidos políticos como Ciudadanos y el Partido Popular han respaldado la medida del 25%, alegando que se trata de un derecho fundamental.
“No podemos aceptar que en una parte de España, el castellano, que es la lengua oficial del Estado, no se use lo suficiente en la educación. Los estudiantes catalanes tienen derecho a recibir una parte significativa de su educación en castellano, y esto no debería verse como una amenaza al catalán”, declaró Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, en una entrevista reciente.
Preocupación internacional
La advertencia del Consejo de Europa ha generado inquietud a nivel internacional sobre la gestión de las lenguas cooficiales en España. Diversas organizaciones han resaltado la importancia de encontrar un equilibrio entre la protección de las lenguas minoritarias y el respeto a los derechos de los hablantes de lenguas mayoritarias como el castellano.
Expertos en derechos lingüísticos insisten en que es fundamental gestionar el equilibrio entre las lenguas oficiales para evitar posibles conflictos sociales. Asimismo, advierten que la situación del catalán es delicada, dado que su presencia fuera de Cataluña es limitada y enfrenta una constante presión del castellano, que es la lengua dominante en el resto del país.
Conclusiones y pasos a seguir
La advertencia del Consejo de Europa ha reavivado el debate sobre los derechos lingüísticos y el sistema de inmersión en Cataluña. Mientras los defensores del modelo sostienen que es esencial para la supervivencia del catalán, otros sectores reclaman una mayor representación del castellano en las aulas para garantizar un bilingüismo más efectivo.
Por su parte, el gobierno catalán ha reiterado su intención de defender su modelo educativo ante los tribunales y en foros internacionales, con el objetivo de mantener el catalán como lengua principal en las escuelas de la región. Este conflicto lingüístico sigue siendo un tema de gran relevancia, no solo para la educación, sino también para la identidad cultural de Cataluña.
Se prevé que las discusiones continúen tanto a nivel nacional como internacional en los próximos meses. El futuro del catalán en el sistema educativo catalán dependerá en gran medida de cómo se resuelva este complejo debate sobre la coexistencia de lenguas en España