
El Partido Popular (PP) ha intensificado sus críticas contra el Gobierno de Pedro Sánchez durante la sesión de control celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados, centrándose en los casos de corrupción que, según ellos, afectan a 11 ministerios. En una tensa jornada parlamentaria, los ‘populares’ señalaron, entre otros, el denominado “caso Koldo”, la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la investigación judicial a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno.
Cuca Gamarra, secretaria general del PP, fue la encargada de abrir el fuego, exigiendo responsabilidades al Ejecutivo por los escándalos de corrupción. Gamarra dirigió sus críticas especialmente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien acusó de permitir que su ministerio esté implicado en prácticas corruptas, en referencia al rescate de Air Europa. Según la portavoz del PP, dicha operación se realizó en “circunstancias sospechosas” debido a la rapidez con la que se ejecutó y a las personas que la apadrinaron.
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“¿Qué más tiene que pasar para que el Gobierno asuma responsabilidades por su corrupción?”, cuestionó Gamarra, quien calificó el caso de Air Europa como uno de los ejemplos de la “corrupción estructural” que, según el PP, afecta al Gobierno de Sánchez.
El PP no se limitó a Air Europa en sus acusaciones. La vicesecretaria de Organización del partido, Carmen Fúnez, cargó contra la ministra Montero y aseguró que el “caso Sánchez” es “el mayor caso de corrupción de España”, acusando al Ejecutivo de manipular instituciones clave como la Fiscalía General del Estado y Radiotelevisión Española (RTVE) para cubrir sus propios escándalos.
Gamarra también se sumó a esta crítica, exigiendo que el Gobierno retire sus “manos” de estas instituciones y acusando al Ejecutivo de utilizar RTVE para “pagar los votos de sus socios independentistas”. La portavoz concluyó de manera tajante: “A estas alturas, ya nada les va a salvar”.
La réplica de María Jesús Montero no se hizo esperar. La ministra de Hacienda desestimó las acusaciones relacionadas con Air Europa, asegurando que “no hay caso” en esa operación. Sin embargo, evitó hacer mención a las críticas sobre el decreto de RTVE. Montero acusó al PP de practicar la “política del fango” y de querer desviar la atención sobre el hecho de que, según ella, “España va bien” bajo la gestión del Gobierno de coalición.
Montero defendió que el Ejecutivo siempre ha actuado con “contundencia, transparencia y colaboración con la Justicia” ante los casos de corrupción y marcó distancia con el PP, aludiendo a los escándalos del pasado en los que ha estado implicado el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo. La ministra recordó el caso de los ordenadores destruidos con martillos durante la trama Gürtel y las denuncias sobre la existencia de una “policía patriótica” bajo gobiernos anteriores del PP.
Durante el transcurso del debate, el diputado del PP Juan Bravo exigió la dimisión de Montero, acusándola de “mirar hacia otro lado” en los casos de corrupción que, según él, rodean a este Gobierno. Bravo afirmó que, si Montero no estaba al tanto de las irregularidades, debía dimitir por “incumplir su función”, y si lo sabía y lo encubrió, también debía renunciar.
Montero respondió con una contraofensiva, aludiendo a las informaciones que involucran a Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. La ministra insinuó que el PP tampoco estaba exento de escándalos, preguntando si Bravo, inspector de Hacienda, había advertido a Ayuso de los supuestos gastos personales deducidos por su pareja, como la compra de un Rolex o un saxofón.
La sesión continuó con una sucesión de reproches entre los representantes de ambos partidos. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, tuvo que defender al Gobierno de las acusaciones del PP, rechazando los señalamientos sobre corrupción y acusando a los ‘populares’ de basar su discurso en “bulos” y en alianzas con “delincuentes”. Bolaños criticó a Ayuso, calificándola de “la jefa” del PP y señalando que se ha ido de vacaciones con un “ciudadano ejemplar” a costa de los contribuyentes madrileños.
Por su parte, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, cargó duramente contra el Gobierno, al que calificó como el “clan de los lingotes”, en referencia a los supuestos escándalos que, según él, implican a varios ministros del Ejecutivo de Sánchez. Tellado también mencionó los pendrives del exministro José Luis Ábalos como una fuente de preocupación para el Gobierno, aludiendo a que podrían contener información comprometida.
El enfrentamiento entre el PP y el Gobierno refleja la creciente crispación en el panorama político español, con la corrupción como uno de los temas principales de discusión en las sesiones de control. Ambos partidos intercambiaron acusaciones sobre los casos que han marcado la actualidad, en un ambiente donde la polarización parece ser la norma.
La sesión concluyó sin respuestas definitivas a las acusaciones, pero dejó patente la estrategia del PP de centrar su ofensiva política en los casos de corrupción, mientras que el Gobierno insiste en la defensa de su gestión y en la marcha positiva del país en términos económicos.