Elon Musk, propietario de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), podría enfrentarse a sanciones personales significativas como resultado de una investigación en curso por parte de la Comisión Europea. La investigación se centra en posibles infracciones del Reglamento de Servicios Digitales (DSA) que rige el comportamiento de las grandes plataformas en línea dentro de la Unión Europea, y cuyo incumplimiento podría generar fuertes multas tanto para la empresa como para Musk.
La Comisión Europea inició esta investigación en diciembre de 2023 para determinar si X ha violado el DSA, con énfasis en la permisividad hacia los denominados “patrones oscuros” (dark patterns) y la falta de control sobre la propagación de contenido ilegal, como discursos de odio o incitaciones al terrorismo. Estas regulaciones, que entraron en vigor en febrero de 2024, exigen que las plataformas de gran tamaño refuercen sus medidas de transparencia y control de contenido, con el fin de garantizar un entorno digital seguro para los usuarios.
Uno de los puntos más delicados de la investigación es la posible implicación directa de Musk como responsable de la plataforma. Si las autoridades concluyen que Musk es considerado el proveedor legal de la plataforma, las sanciones no solo afectarán a los ingresos de X, sino que también podrían extenderse a otras empresas del empresario, como SpaceX o Neuralink. Las multas por violar el DSA pueden alcanzar hasta el 6% de los ingresos globales anuales de la compañía, lo que pondría a Musk bajo una considerable presión financiera si es declarado responsable.
En julio de 2024, la Comisión Europea ya había encontrado indicios preliminares de incumplimiento por parte de X, incluyendo la falta de transparencia en la verificación de cuentas y la insuficiente gestión de la desinformación. La empresa todavía tiene la oportunidad de presentar su defensa y realizar las modificaciones necesarias antes de que se tome una decisión final.
Elon Musk ha respondido públicamente a las acciones de la Comisión, acusando a la entidad de ofrecerle un “trato secreto” para censurar contenido a cambio de evitar sanciones, acusaciones que fueron rechazadas por los representantes del organismo europeo. Musk ha sido un crítico vocal de las normativas que, según él, restringen la libertad de expresión en las redes sociales.
X, que pasó por un proceso de rebranding tras la adquisición de Twitter en 2023, ha sido objeto de controversias y críticas desde entonces, lo que ha contribuido a una caída en su valoración de mercado, perdiendo aproximadamente un 75% de su valor original.
Esta investigación sobre X se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio de la Comisión Europea para regular el comportamiento de las grandes plataformas en línea. Otras empresas como Meta, TikTok y AliExpress también están siendo investigadas por posibles violaciones del DSA.
Además, lea: Mercado de transformadores impregnados de presión al vacío
La Comisión Europea ha señalado que la identidad del proveedor de grandes plataformas en línea será aclarada una vez que se emita una decisión definitiva sobre el caso. En los próximos meses, se espera que se resuelvan los puntos pendientes de la investigación y que se determine si Musk será personalmente responsable de las infracciones cometidas por X, lo que podría tener repercusiones significativas para él y su imperio empresarial.
El resultado de esta investigación podría sentar un precedente en cuanto a la responsabilidad personal de los directores de grandes plataformas en línea. Mientras tanto, X sigue bajo el escrutinio de las autoridades europeas, y los próximos meses serán cruciales para determinar si Musk deberá enfrentar sanciones económicas personales derivadas de las acciones de la plataforma bajo su control.
Este proceso también reflejará cómo las normativas europeas buscan regular el entorno digital, equilibrando la libertad de expresión con la protección de los usuarios frente a contenido perjudicial.