Endesa ha confirmado su interés en adquirir el portafolio de centrales hidráulicas que Acciona Energía ha puesto en venta, con una oferta cercana a los 1.000 millones de euros. La eléctrica española competirá con otros grandes del sector, entre ellos el grupo noruego Statkraft y el fondo de energías renovables Exus Partners, por hacerse con esta importante cartera de activos. La operación incluye 722 megavatios (MW) de potencia instalada y representa una parte significativa de los activos hidroeléctricos de Acciona, cuya venta fue encargada a Lazard y Crédit Agricole.
La transacción se encuentra en su primera fase, con las ofertas no vinculantes previstas para la próxima semana. Tras esta ronda inicial, se abrirá un período de due diligence, de aproximadamente un mes, donde los compradores interesados podrán revisar en profundidad la situación de los activos. La meta es que las ofertas definitivas lleguen antes de Navidad, lo que permitiría a Acciona cerrar la operación en el último tramo del año.
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Endesa, bajo la dirección de José Bogas, es uno de los competidores más destacados en la puja, no solo por la relevancia de estos activos para su negocio, sino también por el vínculo histórico que une a la eléctrica con estas mismas instalaciones. Hasta 2009, Endesa fue propietaria de las centrales hidroeléctricas que ahora vende Acciona en las comunidades de Aragón, Soria, Valencia y Navarra. Aquella venta, en el marco de una compleja operación de compra de Endesa entre Enel y Acciona, incluía un paquete de 2.105 MW en activos renovables, entre los cuales figuraban las centrales hidroeléctricas en cuestión, además de parques eólicos en España y Portugal y pequeñas instalaciones minihidráulicas en Aragón y Cantabria.
Desde una perspectiva de negocio, la adquisición de estos activos ayudaría a Endesa a reforzar su capacidad de generación en un contexto de creciente volatilidad en el mercado de la electricidad, un escenario en el que la falta de generación propia podría impactar negativamente en sus cuentas. Recientemente, Endesa ha incrementado su capacidad financiera tras la venta de un 49% de una cartera de energías renovables a Masdar, la empresa estatal emiratí, lo que le ha reportado unos ingresos de 817 millones de euros. Esta liquidez adicional refuerza su posición en la puja por los activos hidroeléctricos de Acciona.
A pesar de la fuerte presencia de Endesa en el proceso, la competencia es intensa. Statkraft, que ha mostrado interés en expandir su negocio en España, es uno de los principales contendientes. Este mismo año, el grupo noruego adquirió Enerfin, la división de renovables de Elecnor, en una operación valorada en 1.800 millones de euros, consolidando su posición en el mercado español. Exus Partners, otro competidor destacado, cuenta con una sólida cartera de activos renovables tanto en Estados Unidos como en España, lo que le convierte en un rival a considerar.
Además, el grupo austríaco Kelog también ha manifestado interés, aunque su capacidad financiera podría ser menor en comparación con los otros postores. Ni Endesa ni Statkraft han emitido declaraciones sobre su participación en la transacción.
La decisión de Acciona de vender parte de su negocio hidroeléctrico responde a una estrategia de desinversión que busca reducir su carga de deuda, que actualmente asciende a 3.724 millones de euros, y mantener el grado de inversión otorgado por las agencias de calificación. Tras la salida a Bolsa de Acciona Energía en 2021, la compañía ha recurrido a la venta de activos para captar liquidez y blindar su estabilidad financiera en un contexto de elevada competencia en el sector renovable y presión por mantener una calificación crediticia favorable.
El proceso de venta de activos hidroeléctricos comenzó a mediados de este año, cuando Acciona acordó la venta de 23 pequeñas y medianas centrales en Aragón, Cantabria y Cataluña a Elawan Energy, compañía perteneciente a la japonesa Orix, por 287 millones de euros. Estas instalaciones, de una capacidad total de 175 MW, formaban parte de la filial Acciona Saltos de Agua (ASA) y están compuestas en su mayoría por centrales de embalse (77% de la capacidad) y algunas centrales fluyentes (23%). Los activos cuentan con concesiones a largo plazo, con una vida media restante de 23 años y una producción media anual de 500 gigavatios-hora (GWh).
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Paralelamente, Acciona ha puesto en venta una cartera adicional de activos eólicos. En esta transacción, la compañía contrató a BNP Paribas para gestionar la venta de 308 MW de capacidad instalada y una capacidad adicional de repotenciación de 370 MW, con un valor estimado de 500 millones de euros. Naturgy, Engie, China Three Gorges y Exus Partners se mostraron interesados en esta operación, aunque las ofertas iniciales no lograron satisfacer las expectativas de Acciona, lo que llevó a la empresa a solicitar nuevas propuestas durante el verano. Hasta la fecha, este proceso de venta permanece en suspenso.
El presidente de Acciona Energía, José Manuel Entrecanales, confirmó en julio que la empresa había recibido múltiples ofertas por sus activos, y señaló que darían prioridad a aquellas propuestas que representaran un mejor valor y encaje estratégico para la compañía.
La venta de activos hidroeléctricos de Acciona es parte de un movimiento estratégico dentro del sector energético español, que busca consolidar su transición hacia fuentes renovables mientras mantiene la estabilidad financiera. Con actores como Endesa y Statkraft al frente de la puja, esta transacción representa una oportunidad para fortalecer la capacidad de generación hidráulica, un componente clave en el mix energético nacional. El proceso de desinversión de Acciona también pone de relieve la competencia creciente en el mercado de renovables, donde las empresas buscan posicionarse estratégicamente en un mercado cada vez más regulado y sujeto a presiones financieras y ambientales.